Periodista de La Nueva.
Un debate rico se ha instalado a partir de los dichos de Carlitos Tevez tras la derrota de Boca ante Racing, 3-1.
El Apache, y vale aclarar que "en caliente", apenas terminado el partido directamente le apuntó a los compañeros que dejaron a su equipo con 9 por sendas expulsiones: Cata Díaz y Cristian Erbes.
"Tenemos que crecer de una vez por todas", tiró el "10". Y estuvo bien direccionada esa frase, solo que resultó, como mínimo, inoportuna.
Inoportuna porque la acción que determinó la roja al defensor fue una acción de juego en la que el futbolista intenta hasta el último recurso -por esa vía llegó su expulsión- para bloquear un intento ofensivo que iba a derivar inexorablemente en una situación de pre gol. O sea, el Cata no llegaba a esa pelota solo con su cabeza y utilizó en forma espontánea su mano derecha para bloquear el envío de Oscar Romero hacia la red.
Inoportuna, también, porque sí es cierto que Erbes resultó infantil en las dos amarillas que lo mandaron a las duchas. Y también es cierto que por haber incurrido en una falta innecesaria, Pablo Pérez fue amonestado y por ello no pudo "bajar" a Voboril cuando éste armó por izquierda la excelente jugada que terminó en el 2-1 parcial para Racing. Pero Tevez debería recordar que no fue expulsado insólitamente cuando fracturó en una maniobra más que imprudente -sino temeraria- al chico Ham de Argentinos- y tampoco recibió una merecida roja en el reciente empate de la Selección Argentina en Paraguay cuando le fue de atrás y con violencia a un defensor guaraní.
Tevez tiene razón.
Pero no tiene el ejemplo para fundamentarla y bajarle línea así a sus pares como buen líder que pretende ser.
