El camino a la redención

Ronaldo

En noviembre de 1999, su rodilla estalló. Literalmente. El ligamento se rompió, la rótula se desplazó, y aquel cuerpo que parecía diseñado por los dioses se volvió una ruina. Seis minutos había durado su regreso. Muchos pensaron que era el final de Ronaldo Nazário. Durante dos años vivió entre muletas, hielo y dolor Pasó más tiempo en una camilla que en una cancha. Los médicos decían que no volvería a correr; él, que no sabía hacer otra cosa. Cada día de rehabilitación era una pelea contra su propio cuerpo. Pero los milagros, a veces, se visten de amarillo En 2002, “El Fenómeno” volvió al Mundial con una sonrisa y una herida de guerra cruzando su rodilla. El mismo jugador que había caído desmayado antes de la final del 98, había renacido. Más sereno, más humano… implacable. Anotó en cada partido, hasta llegar a Yokohama Allí lo esperaba Alemania y el mejor arquero del mundo, Oliver Kahn A los 67 minutos, un rebote. Ronaldo llegó antes que nadie, como si el destino supiera que le debía ese gol. Después hizo otro Y en ese instante, mientras Brasil celebraba su quinto título, el mundo supo lo que era la redención. Porque Ronaldo no ganó solo una Copa del Mundo. Ganó la batalla contra la ciencia, contra la duda, contra el miedo. Y cuando sonó el silbato final, las lágrimas que caían de su rostro no eran de gloria… eran de alivio.

 

Fuente: LaViejaGuardia