"Sos un ejemplo para todos. La prueba de que siempre se puede". Lucas Cesio escucha las palabras de parte del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Luis Segura, y se sonríe. Acompañado por su mamá Marisa y su primo, el joven que alcanzó completar la primaria a pesar de superar en situación de calle seis de los siete años de educación, ya está acostumbrado a las notas y los encuentros célebres desde que su historia tomó notoriedad. Sin embargo, sus ojos futboleros expresan una emoción especial en la AFA. E impactan sus gestos cuando el Presidente comienza con la ronda de regalos: indumentaria y merchandising de la Selección, de Argentinos Juniors, club del que es hincha, caja navideña y un presente de Newell's Old Boys. Lucas aceptó la invitación de Luis Segura y vio otro sueño cumplido: conoció la casa del fútbol argentino.
Antes y después del encuentro, Luquitas se dio el gusto de recorrer el edificio, el salón donde sesiona el Comité Ejecutivo, y hasta se retrató con varios de los trofeos obtenidos por la Selección a lo largo de su historia. Lógico, el fútbol se robó buena parte de la charla. "Me gusta ser arquero. Y también delantero", comentó Lucas, que evalúa como futuras profesiones "ser mecánico, veterinario. Y futbolista también puede ser". Luego, el niño le propuso a Segura un ping pong, pidiéndole opinión sobre distintos futbolistas que lucieron o aún lucen la camiseta de Argentinos.
"¿Es verdad que te arreglabas para hacer la tarea poniéndote abajo de un farol en la calle?", preguntó el Presidente de la AFA. "Sí. Porque mi mamá siempre me dijo que para ser alguien hay que estudiar", respondió Luquitas. Otro trance emotivo de un encuentro con profundo espíritu navideño. Y futbolero.
