Julián Martí­nez, Rona

Con el arco de la vida entre ceja y ceja

Un toro dentro y fuera de la cancha, este delantero de Bella Vista categorí­a 96 sortea defensores y también a un rival inesperado que le deparó el destino: la diabetes.

 

Por Silvina Juárez. Periodista, escritora y narradora

Fotos: Horacio Contreras

“Hay personas que luchan un día y son buenas. Hay otras que luchan un año y son mejores. Pero hay quienes luchan toda la vida, esas son las imprescindibles” (Berthold Bretcht, 1898-1956, dramaturgo y poeta alemán).

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Es imposible no pensar en “Rona” como un luchador. De los imprescindibles. De esos que entregan todo para lograr sus objetivos. Es que luchar es su forma de vida. Dentro y fuera de la cancha.

Julián Martínez es delantero de la cuarta, la reserva y Primera de Bella Vista. Tiene 19 años y sueña con dedicarse de lleno al fútbol, su gran pasión.

Sus primeras gambetas las aprendió en su casa, con su papá; y apenas lo aceptaron empezó a practicar fútbol regularmente en la Escuelita de El Patronato. Al poco tiempo conoció al club que ama y del que se declara fanático total: Bella Vista.

Desde muy chico aprendió que el esfuerzo sería su sello. Rona y su familia atravesaron uno de los momentos más difíciles cuando apenas tenía 6 años. Tras un coma diabético, fue hospitalizado  y descubrió que tenía diabetes tipo 1, insulino-dependiente.

Sin embargo, esta condición nunca limitó su camino.

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Arde Bahía Blanca. Mientras transita uno de los veranos más calurosos, se divisa Villa Libre. En la calle no anda nadie. Ni se escucha a nadie. Es la hora de la siesta. Nos reparamos en la sombra del porche y ni llegamos a tocar el timbre cuando nos abrió la puerta. Es Rona. Nos estaba esperando.

- ¿Por qué te dicen Rona?

- El primer día que fui a entrenar a Bella Vista no me conocía nadie, era muy chiquito y había llevado una camiseta de Ronaldinho, así que me empezaron a decir así. Como era muy tímido, no hablaba nada… Me acostumbré a que me digan Rona. Ahora todos me llaman así. Si voy por la calle y me dicen Julián, capaz que ni me doy vuelta.

- ¿Cómo es tu día?

- Arranco muy temprano. A las 7.30 me voy a trabajar al Correo Argentino hasta las 13.30. Almuerzo y a la tarde me voy a entrenar. Hay días en los que, además, sumo una rutina de gimnasio, así que termino como a las 7 de la tarde, o más…

- Es un gran esfuerzo…

- Me encanta entrenar, lo hago con gusto. Soy muy inquieto, y en la cancha me siento mejor que en ningún otro lado, por eso me gusta estar bien entrenado. Además, me hace bien en todo sentido.

“Soy un luchador por mi papá”

   Rona cuenta sus horarios y nos ofrece algo fresco. Se muestra tranquilo, pausado, apoya los codos sobre la mesa, se toma las manos y mira a los ojos. Siempre mira a los ojos.

- Sos un delantero aguerrido, que no regala ni una pelota, que les hace difícil la marca a los defensores… ¿Naciste o te hiciste?

- (Ríe con ganas) Un poco de cada cosa… Mi papá me enseñó a no dejarme vencer. Hay que pelear cada pelota hasta el final, no hay que dar ninguna por perdida. Soy un luchador por él.  Me acuerdo que, desde muy chiquito, lo esperaba con la pelota para jugar. El llegaba del trabajo y siempre, aunque estuviera re cansado, me jugaba igual, me iba enseñando…

- A veces no es fácil incorporar consejos de los padres…

- Sí, es verdad. En la adolescencia siempre hay un poco de rebeldía… Pero luego se van aclarando las cosas y te das cuenta de lo importante que son los buenos consejos.

- ¿Y las críticas?

- Soy muy autocrítico. Insoportable. Apenas termina el partido voy a charlar con mi papá. Sé que él no me miente. Si jugué mal, me lo dice… Si me fue bien, también. Hay veces que salgo de la cancha recaliente porque jugué mal,  pero igual voy a escucharlo.

- ¿Y entonces?

- Y, ¡me mata! (larga una carcajada).

- Nada de esperar un rato, darte una ducha y que la cosa se calme un poco…

- ¡Nooo! Es que yo lo busco, a propósito, para que me diga cómo fueron realmente las cosas. A veces uno, desde adentro, en caliente, no ve el partido como alguien de afuera… Y sé que en él puedo confiar.

Probarse, una y otra vez…

Muchos sueños suelen girar alrededor de los jugadores de fútbol. Canchas llenas, multitudes coreando su nombre o apodo, campeonatos… Es uno de los mundos más atractivos, aunque súper competitivo. Y hasta cruel.

“Mi sueño es dedicarme al fútbol. Pero sé que no es fácil entrar en este mundo y vivir sólo de esta actividad. No alcanza sólo con ser bueno con la pelota. Hay que tener muchas otras condiciones y contactos”, cuenta Rona, mientras sus ojos revelan que está hablando, realmente, de su gran devoción.

Al igual que otros jugadores de la ciudad, desde hace un tiempo, cuenta con un representante (en su caso Carlos Hermosa) que lo ayuda a conseguir pruebas en distintos clubes. Es así que Rona intentó suerte en River, Racing, San Lorenzo, Ferro, Olimpo y, hace sólo unas semanas atrás, en Gimnasia y Esgrima de Mendoza.

“Es muy difícil poder demostrar todas tus condiciones en tan poco tiempo. En esta última prueba en Mendoza nos tocó la mala suerte de que, de tres días, llovieron dos. Quizás, ese día, te levantaste con el pie izquierdo y no te sale nada… Te da mucha bronca, porque para ellos puede que sea un partido más… Pero para nosotros es `el´ partido”.

- ¿Qué crees que buscan?

- Hoy en día, el fútbol se basa mucho en lo físico. Se fijan todo, aunque no te des cuenta: si corrés, cómo corrés, cómo usas los brazos… Les gusta que el delantero vaya para adelante y que encare…

- ¿Te hicieron alguna observación, pudiste enriquecerte de alguna manera?

- Si, siempre son experiencias positivas. A veces, se crece desde lo futbolístico y otras, desde lo personal. En este último viaje había un coordinador que contaba sus experiencias, cómo llegó a jugar en primera a puro esfuerzo… Nos dejó asombrados.

- Te encontrás con jugadores de todo el país…

- Si, me pasó ahora en Mendoza. Pensaba que nos iban a pasar por arriba (jaja). Eran de Independiente, Lanús, Godoy Cruz…

- ¿Y en qué notaste diferencia?

- En lo físico, en el entrenamiento. Se corren todo. Por eso sé que si entreno bien, puedo llegar.

Y es en ese instante donde asoma, otra vez, el consejo… El más importante:  “Corré todas las pelotas como si fueran la última. No des ninguna por perdida. Vos podés”. Como le dice su papá.

Un rival inesperado

Lula y Roco son los consentidos de la familia Martínez. Lula es una perra mestiza color canela que se adueña de las camas y los sillones y Roco, un perro `marca perro´, grande y negro, que podría intimidar a cualquiera. Es, ni más ni menos, que otro de los luchadores de la casa.

“Lo rescatamos de la calle. Vimos cuando lo tiraban desde un auto. El pobre no sabía qué hacer… Amo a los animales, y más cuando son rescatados, parece que te dan más amor todavía”, asegura Rona. Y nos confiesa que, además de los animales, es fanático del rock. O mejor dicho, de La Beriso, La Vela Puerca y La Mancha de Rolando.

Florencia tiene 22 y es la hermana mayor. “Anda noviando”, revela Rona. Y Tomi, de 13, es el más chico. “El es súper cibernético, no salió a mí”.

- Sin dudas, uno de los momentos más difíciles para la familia fue cuando descubrieron que tenías diabetes…

- Si, fue a los 6 años. Entré en un coma diabético, me llevaron de urgencia al Hospital y nos enteramos que tenía diabetes tipo 1, insulino-dependiente.

- ¿Cómo es vivir con diabetes?

- Para mí es algo normal. Ya estoy acostumbrado. Ya conozco mi cuerpo, así que me doy cuenta cuando estoy alto, bajo…

- ¿Cómo se controla?

- Cada tres meses me hago análisis de control. Además, tengo una medicación todas las mañanas. Es como si fuera una lapicera, con la que me inyecto la insulina; y una maquinita que mide la glucosa, en distintos horarios, para ver qué puedo comer.

- ¿Qué importancia tiene el deporte?

- Muchísima. El deporte te ayuda a controlarla. Además, el diabético tiene más posibilidades de engordar, así que todos los deportes son buenos.

- ¿Y la alimentación?

- Es muy importante comer bien y equilibrado para todo deportista, más allá de que tenga diabetes o no… Pero, en realidad, puedo comer de todo.

- ¿Alguna vez sentiste que esta condición te iba a limitar?

- No. Sé que hay muchos deportistas destacados con diabetes. Lo que logre va a depender de mi mismo, y lo que no, también. Pero para eso voy a dejar todo en la cancha…

A un toque

¿Intenso en la cancha y en la vida?: “No, en la vida soy más tranqui, más paciente.”

¿Un deseo?: “Triunfar en el fútbol y en la vida. Tener una familia, hijos.”

¿Tu mamá?: “Mi fan número 1. Ella también es una luchadora, sale todos los días a trabajar, se ocupa de la casa, de nosotros. Es una guerrera, eso me lo contagié de ella. Me hacer reír. No cocina mucho, pero cuando se pone, cocina riquísimo”.

¿Tu papá?: “Escucharlo. Es mi guía”.

¿Un club?: “Bella Vista. Siempre. Es el club que amo. Hice amistades, tuve buenos entrenadores, técnicos… Hace un tiempo pude quedarme en Ferro Carril Oeste, y en Olimpo, pero me volví. Me tiran mucho los colores, nadie me trató como Bella Vista”.

¿Un tiempo libre?: “Ir al parque a tomar mate con mi novia y amigos, salir a comer…”

Un año inolvidable

“Fue cuando salimos campeones en la sexta división (2012). Me acuerdo que me nombraron ´Mejor Jugador´ en la Liga… No me voy a olvidar nunca de ese momento. Pero tuve la ventaja de tener grandes compañeros. Ya nos conocíamos y entonces se me hizo más fácil jugar. El mérito fue de todos”.

Así lo ven ellos

“Es un delantero rápido que juega por fuera y por dentro, con llegada al gol. Tiene una fortaleza física importante. Es muy buena persona y ayuda mucho al compañero”. (Federico Mellado, delantero de Bella Vista. Compartió la dupla de ataque en la sexta campeona de 2012).

"Fuerte, rápido, habilidoso. Un goleador intenso con su dupla (Fede Mellado). Es bajito, pero cuesta moverlo en los entrenamientos y ni les cuento en los partidos (ja ja ja). Calentón. Pero si había que defender a los compañeros, él era el primero. Como persona es tímido y callado, hasta que entra en confianza. Te da todo. Viene de buena familia y eso se nota”. (Bauti Ríos, ex compañero de Rona en la sexta campeona de Bella Vista. Hoy, estudiante de Profesorado de Educación Física y Técnico de la 8° y 9° “B”, del albiverde).

“Es un gran delantero, con gol. Potente y rápido. No da ni una sola pelota por perdida. Ayuda a su defensa marcando la salida de los defensores rivales. Lo tuve de compañero y disfruté junto a él una muy linda etapa en Bella Vista”. (Gianfranco Gullaci, volante central, ex compañero de Rona en la sexta campeona. Hoy, jugador de Villa Mitre).

Diabetes

¿Qué es?

La diabetes es una deficiencia metabólica coexistente con altos niveles de glucosa y esto es debido a la insuficiencia del páncreas para crear insulina. Esta hormona es esencial para la regulación de glucosa en el sistema. Existen tres tipos de diabetes: Tipo 1 o dependiente de insulina -por lo general diagnosticada en la niñez y adolescencia-; la diabetes Tipo 2 o independiente de insulina -tiende a desarrollarse en la adultez, respondiendo a medicamentos que estimulan al páncreas la secreción de esta hormona-; por último, la diabetes gestacional - transitoria durante el embarazo, corregida generalmente después del alumbramiento- sin embargo, estas pacientes pueden estar predispuestos a desarrollar diabetes tipo 2.

Parte integral en el manejo de la diabetes incluye un régimen de ejercicios, acompañado por una dieta balanceada y controles médicos. El éxito de este plan multidisciplinario depende del paciente; su disciplina, mantenimiento y consistencia.

Importancia del deporte. “El deportista, al realizar ejercicio físico, quema antes el glucógeno muscular y la cantidad de insulina que necesita es menor", afirma Jaime Picazo, educador físico del Instituto Nacional de Educación Física de Barcelona, que ha participado en las jornadas sobre deporte y diabetes 'Diabsport 2001'.

Autoconocimiento. Es clave el conocimiento que los deportistas posean de su propio cuerpo, ya que son ellos principalmente quienes se tienen que supervisar: "Deben controlar sus sensaciones y saber el momento en que pueden entrar en niveles bajos de glucosa", recomienda Picazo.

Deportistas de élite con diabetes. Existen algunos deportistas con diabetes que han llegado a un alto nivel de rendimiento. A nivel internacional encontramos nombres como:

Steve Redgrave: Remero británico que consiguió 5 medallas de oro en 5 juegos olímpicos consecutivos (solamente lo han conseguido 4 deportistas en toda la historia). En 1997 fue diagnosticado de diabetes y, aún así, consiguió adaptarse y lograr su quinto oro consecutivo en los juegos olímpicos de Sidney 2000.

Adam Morrison: estadounidense, pasó con gran éxito por el baloncesto universitario, llegando a la mejor liga profesional del mundo, la NBA. Realizó buenas temporadas, llegando a jugar en los años 2009-2010 en los LA Lakers junto a Pau Gasol. Por causas ajenas a la diabetes, las lesiones truncaron su rendimiento de alto nivel.

Gary Hall jr. Nadador estadounidense. Su primera participación olímpica fue en el año 1996 y aunque en 1999 fue diagnosticado de diabetes tipo 1, siguió participando en los juegos olímpicos de 2000 y 2004. Su palmarés es espectacular, con 10 medallas olímpicas (entre ellas 5 de oro).

Kris Freeman. Esquiador de fondo del equipo olímpico USA. Competidor de las pruebas de 20 y 50Km. Diagnosticado de diabetes tipo 1 a los 19 años, justo antes de participar en sus primeros juegos olímpicos (actualmente ha participado en 3 ediciones). En 2009 consiguió un 4º puesto en los campeonatos del mundo, la mejor plaza de un esquiador de fondo estadounidense.

Equipo Team Type 1. Equipo ciclista profesional creado en el año 2004 por dos corredores aficionados al ciclismo con diabetes, Joe Elridge y Phil Southerland. De inicio combinó una plantilla de ciclistas con y sin diabetes, pero en la actualidad está formado de forma íntegra por corredores con diabetes, entre los que destacan dos ciclistas españoles, Javier Megías y

David Lozano.John Karro. Ciclista y triatleta, diagnosticado de diabetes tipo 1 en el año 2003. Sus resultados le colocan como uno de los mejores triatletas españoles. Además posee el récord de ser el primer deportista con diabetes en realizar el 24 horas Non Stop (750 km en bicicleta en un tiempo de 24 horas). Para este año 2013 su reto será el de realizar 5 Triátlones diferentes, en diversas partes del mundo.

Josu Feijoo. Vitoriano de 47 años, fue diagnosticado de diabetes cuando tenía 23. Fué la primera persona con diabetes en escalar las 7 cumbres más altas del mundo (entre ellas el Everest en 2006) alcanzando también el Polo Norte y Polo Sur. En la actualidad se prepara para ser el primer “diabético en órbita”, en un proyecto de investigación que le convertirá también en el primer astronauta con diabetes.