Rafael Gómez, profe de uno de los clubes que tiene la premisa de formar personas, estamos hablando de Vista Alegre, se brindó en una charla con los alumnos del Instituto Regional del Sur, donde se pudieron tocar diversos temas, tanto del club, su vida personal, cómo llegó a ser parte de la vida de la mayoría de los pibes que dirigió. Sin dudas es uno de los ejemplos que deben seguir varios formadores en Bahía.
Llegas al club y parece un desierto, solo dos chicos se pueden ver en las instalaciones. Ambos ex jugadores, y familiares de Rafa. Uno el hermano de sangre y el otro es familiar, pero de esos que se adquieren con el tiempo. Ambos llegan a la misma conclusión en cuanto al mayor: “habla mucho, pero siempre es firme con sus convicciones”.
Apasionado por lo que hace, Rafael lucha día a día para tener unas condiciones de trabajo dignas, poder tener una pelota por chico, un preparador físico, luz artificial, pautas necesarias para poder ejercer su labor sin limitaciones y todo esto a fuerza de pulmón, todo sale de su bolsillo, ya que Vista Alegre no tiene los recursos suficientes para afrontar estos gastos.
Pese a todas las adversidades, este tipo laburante, no para de trabajar para llevar su idea adelante, ayudar a los pibes del barrio para que no caigan en las tentaciones, que están a flor de piel y si pueden jugar bien al fútbol, mucho mejor. Se toma con gran alegría cuando uno de sus chicos es visto por otro club, a la vez se angustia ya que tiene que volver a trabajar con una pieza menos, sensaciones encontradas.
Su trabajo llegó a sorprender a varios clubes de los denominados grandes, por la disciplina que impone en sus dirigidos, quienes pueden perder por varios goles pero siguen con la frente en alto, con la compostura digna de unos campeones de la vida.
Esta es una de las tantas historias hermosas que tienen nuestro fútbol formativo, porque lo que hace Rafael Gómez es formar de verdad, tiene en claro que muy pocos llegan a vivir del fútbol, es por esto que prepara personas para el futuro, ayuda a pibes con las reglas básicas de convivencia de saludar, ser respetuoso, porque como él dice: “el día de mañana estos chicos van a ser empleados, van a ser padres y tienen que adquirir valores, por eso hago esto”.
