Lisandro López, el polifuncional de Racing: las 6 posiciones en las que jugó ante Independiente

Lisandro López es el goleador de Racing, también el máximo artillero de la Superliga con 16 anotaciones. Fue el referente en un escenario adverso y ante un rival complicado, que a toda la Academia le iba a exigir un plus en despliegue y velocidad. Pero es elogiable cómo dejó el alma por el equipo, cómo se fue moviendo en el campo de juego en función de las necesidades colectivas. Hizo el gol de penal en el festejado triunfo 3-1 ante Independiente, en Avellaneda, por la 20° fecha de la Superliga, pero su participación fue mucho más importante que ese segundo gol desde los once metros.

Lisandro López hizo un despliegue descomunal, a tal punto que en el mismo clásico terminó jugando en seis posiciones distintas. Arrancó como delantero en el esquema 4-1-3-2 habitual de Eduardo Coudet, pero luego se fue ubicando en determinados espacios que la Academia dejaba libre y él, con inteligencia táctica, logró sacarle provecho para atacar y también para defender. Como se ve en el gráfico de la cancha de Opta, Licha tomó más veces contacto con la pelota en la zona media del equipo que en los últimos 30 metros.

Fue indescifrable para los defensores de Independiente. Comenzó como N° 9, cuando Cvitanich se corrió como segunda punta; también se movió como media punta, cuando el exBanfield era quien picaba como la principal referencia de área, por más que los dos trataron de moverse constantemente. Fue un "falso 8", volante por la derecha, promediando el primer tiempo, cuando Racing pasó a jugar 4-4-1-1 en un intento por neutralizar la superioridad numérica que presentaba el equipo de Ariel Holan. También volante por la izquierda para darle una mano al lateral Soto y hasta "N° 3 bis", para colaborar defensivamente jugando con el cuchillo entre los dientes y para ganar, con oficio, una falta poniendo el cuerpo ante una atropellada de Bustos. La última referencia fue como wing derecho, en la corrida en el descuento y el centro atrás para el gol que cerró el partido de Zaracho, pero también desde esa posición generó la primera situación de riesgo del partido, con un derechazo cruzado que Campaña mandó al córner.

Según los datos de Opta, López tocó 50 pelotas, dio 27 pases con una eficacia del 63%, y recuperó 13 pelotas, incluidos en ellas 4 despejes y 2 intercepciones. Fue el segundo futbolista de la Academia que más balones quitó después de Marcelo Díaz (17). Remató solo dos veces al arco, pero su aporte no fue solo ofensivo, sino global. Respondió ante cada necesidad táctica del equipo.

No es la primera vez que López se mueve en distintas posiciones o juega más retrasado en algunos pasajes de los partidos, pero sí era el clásico de los últimos tiempos en donde más esfuerzo y sacrificio le pedía y donde más se notó su aporte como todocampista de un puntero que necesitaba no solo ganar, sino también generar un golpe de efecto de candidato, con presencia y personalidad, algo que se le había reclamado en las últimas presentaciones bravas a la Academia.

Así como después de anotar el 1-0 a Godoy Cruz fue directo a abrazar al Chacho Coudet como señal de respaldo en una semana complicada, con el Centurión-gate todavía sobrevolando los aires de Avellaneda, ante Independiente fue un líder espiritual y futbolístico, generando contagio con actitud y dando una mano donde el equipo más lo necesitaba. Y también siendo generoso con el despliegue y los lucimientos. En esa corrida final, él pudo haber hecho el 3-1 con el arco vacío después de dejar atrás a Campaña, pero prefirió asegurar el resultado para que otro compañero (Zaracho) resuelva más seguro y firme con el arco de frente. Detalles de un líder que antepone el objetivo grupal por encima de su lucimiento personal. Toma de decisiones de un referente que cualquier equipo que desea ser campeón debe tener.

Fuente: La Nación.