Lautaro Martí­nez y el sueño de emular a Milito

El Toro, como algunos periodistas partidarios lo llaman en Racing, ya se metió en la piel del hincha. Que sabe de sus grandes condiciones, de su poder de gol y de su pasado bahiense. Un claro y genuino producto del fútbol formativo de la Liga del Sur.

Desde hace más de un año. Lautaro Martínez vive la mayor parte de sus días a dos pasos del mítico Cilindro de Avellaneda. En la pensión de Racing, que hoy cobija a medio centenar de sueños provenientes del interior del país.

El ex Liniers no para de asombrar con su juego. Y sus goles.

De hecho, aún con edad de quinta división en AFA  -es categoría `97-, ya entrena con el plantel profesional que dirige Diego Cocca.

El hijo de Pelusa, aquel "3" de gran manejo que luciera en Villa Mitre, Rosario Puerto Belgrano y Liniers, dejó un montón de frases de su increíble presente. Tan increíble que sobre su juego posó los ojos nada menos que el Real Madrid. Aunque, por ahora, él prefiera soñar en celeste y blanco.

Un poco de historia. "Yo jugaba para la Selección de Bahía Blanca Sub 17 y, en un partido amistoso, me vio Fabio Radaelli y me fichó enseguida. De aquella camada, fui el único jugador de la Liga que pudo pasar a un club grande como Racing"..


Difícil adaptación. "Apenas vine a Avellaneda estuve encerrado en la pieza dos semanas y no hablaba con nadie. Hasta que Brian Mansilla y Santiago Reyes me integraron al grupo y me hicieron sentir uno más. Me acuerdo de que me sacaban a pasear y, en seis meses, me pude adaptar muy bien. Ellos me ayudaron a que pudiera seguir porque, al principio, no estaba con mucha confianza y me quería ir".

Un chico orgulloso. "En Bahía Blanca soñaba con llegar a un lugar así y hoy es una realidad. Veo las fotos de los chicos que llegaron y quiero ser como ellos. Siento orgullo por el lugar en donde juego y en donde vivo. Tengo muchos amigos y la gente que trabaja al lado nuestro es bárbara. Cecilia Contarino es como nuestra segunda mamá y nos ayuda en todo. Ella, al igual que todos, nos trata muy bien".

 Mejor, ir despacio... "No me desvela llegar rápido a Primera. Voy despacio. Si me toca estar, sé que no voy a poder dejar pasar la oportunidad. No estoy desesperado. Trato de mostrarme en los entrenamientos y en los partidos de la reserva donde estoy llegando al gol".


"La primera vez que me citaron para entrenar con la Primera me vino a despertar de la siesta Fabio Radaelli y me citó para practicar con Mansilla. Hacía poco tiempo estaba entrenando en Bahía Blanca y, de un día para el otro, me encontraba compartiendo amistosos con Sebastián Saja y con Diego Milito"...

Aquella noche mágica. "Fue en un partido contra San Lorenzo en el Cilindro que hice por primera vez de alcanza pelotas.  Todavía tengo guardado en mi celular la salida del equipo, que fue hermosa. Estaba en un lateral y al primero que se la di para que sacara rápido fue a Iván Pillud. Cuando supe que iba a estar en ese partido, se lo conté a mis papás y estaba ansioso porque llegara el día".

Milito, el referente. "Sueño con jugar en el Cilindro lleno de gente y con ser como Milito. La gente lo ama porque es diferente al resto. También me gusta cómo juega Ezequiel Videla: aunque no es delantero como yo, me siento identificado con él por su entrega, por sus ganas y por su predisposición por el equipo. Es loco porque yo juego de 9, pero siento que, si hay que sacrificarse, no tengo problema en hacerlo.

A seguir soñando. "Me gustaría jugar en Europa. El futuro lo decidirá pero también sueño con llegar a la Selección Argentina. Y, por supuesto, jugar en Primera con Racing en un estadio lleno es otro sueño que imagino todos los días".