¿Por qué ya no se gambetea en el fútbol?

Una de las grandes claves para seguir teniendo buenos futbolistas profesionales es la de que a temprana edad se les enseñe a pensar mientras juegan y entrenan. Muchas veces estamos "fabricando" robots y la mayor parte de la "culpa" es nuestra, de los formadores.

Hay que enseñar a los niños a pensar, pero acostumbramos a hacer lo contrario, si enseñas a los niños a pensar y a "solucionar' problemas que puedan ir surgiendo durante los entrenamientos y partidos, estás formando personas/jugadores autónomos para su futuro profesional. Si se lo solucionas todo antes de que les aparezcan esos problemas, solo tendrás "robots".

Hace muchos años los jugadores se criaban en la calle. y ahora la gran mayoría puede acudir a escuelas, clubs, centros de perfeccionamiento, campus... Las dos opciones tienen su lado bueno y el menos bueno. El bueno de formarte en la calle es que los niños tienen que pensar. y ejecutar lo que están pensando, libremente, sin miedo al entrenador o formador. Así salían niños/jugadores independientes y atrevidos. No pasaba nada si intentaban un uno contra uno y no tenían éxito, lo volvían a intentar sin miedo y así mejoraban mucho este aspecto del juego que se ha ido perdiendo. Hay cada vez menos jugadores buenos en el uno contra uno, y una de las razones podríamos encontrarla ahí: antes los jugadores no tenían miedo a intentar el uno contra uno. El lado menos bueno es que sin formador podían llegar a tener problemas de disciplina, de trabajo en equipo, de seguir unas reglas.

Esta parte es una de las positivas en la temprana vida del niño/jugador que acude a clubes, escuelas... la menos buena es que demasiadas veces los formadores piensan más en ellos que en la evolución o mejora de los niños. No les dejan expresarse como ellos quisieran sino que tienen que ceñirse a lo que el entrenador les ordena, sin dejar sitio para la creatividad del niño. No se les permite fallar, que es una de las meiores maneras de aprender. Si se limitan a no fallar, ¿alguno de ellos intentará un uno contra uno? Si no tienen éxito en este uno contra uno, ¿lo seguirán intentando si el formador se enfada por haber perdido el balón? Estos niños se vuelven menos autónomos y más dependientes con miedo al error cuando están en edad de equivocarse para seguir mejorando.

Oscar García en "Así lideras, así compites" de patricia Ramírez